Las empresas pueden calcular la huella de carbono de su actividad en un determinado año, es decir, las emisiones de CO2 equivalentes/año. Además, se puede solicitar al Ministerio de Transición Ecológica la inscripción en el Registro. A cambio, el Ministerio emite un sello de inscripción que suelen emplear las empresas para mostrarlo en su web, publicidad, etc. El objetivo de todo esto es medir la contribución de una empresa al cambio climático y ver su evolución calculándolo año a año. Las empresas deben redactar un plan de reducción con el objetivo de establecer acciones para la reducción en periodos posteriores. Obviamente esta medición entre periodos se basa en datos relativos de producción (€ facturados, unidades producidas, etc).
Los pasos a seguir para el cálculo de la huella de carbono son: